Hemos caído.

Hemos caído en un estado sumamente predecible. Cada gesto, cada palabra se sabe de antemano. Hacemos lo que la «mayoría»… Yo me hago la «tipa dura», tú te haces el «machito». Pero ambos estamos tan jodidos que nos avergüenza reconocérnoslo a nosotros mismos. No vaya a ser que a la gente le de por hablar… «Con la pareja tan bonita que hacen». Tú y yo somos mucho de aparentar. De quedar bien. De venderlo bonito, pero tan falso como una copia barata.
Nada es para siempre, dicen. Pero nosotros somos el ejemplo de lo contrario. A base de nada todo es para siempre. Nos decimos que nos queremos, aunque en verdad estamos sumidos en un silencio reconfortante. Sentados el uno al lado del otro sin ni siquiera mirarnos, y con el típico: ¿qué tal tu día?… Como si en verdad nos importará. Venga una foto, sonriente, para subirla, métele un filtro, para que no se note la mierda que nos asfixia, por ser unos cobardes. Por pensar que después de nosotros no puede haber algo nuevo, bonito, diferente. Algo que no sea esta insana rutina. ¿Te acuerdas la última vez qué lo hicimos?… Un intendo fallido, yo pensando: ¿falta mucho?… Que alivio que te quitaras de encima. Y pensar que todo esto al principio me volvía loca. Y ahora… Una mezcla entre tedio y asco es lo único que nos espera. Tranquilo, no pasa nada, sé que es mutuo. Aparte de cobardes, mentirosos. Pero sonríe que nos están mirando. Tu hermana: ¿qué que planes tenemos para el fin de semana siguiente?… No le he dicho nada… La verdad es que no tengo ganas de nada. Pero aquí sigo, contigo, y tú, conmigo. ¿No parecemos dos estúpidos?… ¿Hasta cuándo aguantará la cuerda?… Creo que cuando se parta el golpe va a ser enorme. ¿Por qué no evitarlo?…
Pues está claro, somos unos putos cobardes, que ni siquiera nos queremos a nosotros mismos, preferimos esta mierda, que ya por lo menos nos es conocida.
Así que vamos a hacer como hasta ahora… Corre, ve a abrir, ya han llegado…

Fin.

Adriana Vega ✍️

📸 Google

#escritora

Deja un comentario